En artículos anteriores les acercamos información resumida sobre el Almacenamiento de Granos, en esta oportunidad veremos resumidamente de qué se trata el Manejo Integrado de Plagas (MIP) y su aplicación en la industria agroalimentaria.
En primer lugar en necesario saber qué es un Plaga. Según la FAO se denomina plaga a:”Cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas o productos vegetales“. Las plagas revisten importancia dados los daños que provocan en términos no sólo económicos sino también con relación a la contaminación y enfermedades que pueden afectar tanto a los animales como al hombre, lo que tiene relación con la inocuidad de los alimentos que debe ser una de las premisas fundamentales en la que debemos enfocar nuestro trabajo.
Entra las Plagas más comunes encontramos tres tipos: Insectos, Roedores y Aves. En cuanto a los agentes que pueden acarrear consigo podemos encontrar: Bacterias, Virus y Protozoos.
Es importante conocer en detalle ante que tipo de plaga nos encontramos para aplicar correcta y eficientemente las herramientas que disponemos.
El MIP es un sistema que utiliza TODOS los recursos necesarios para minimizar los peligros que representa la presencia de plagas. A diferencia de otros sistemas de control de plagas, el MIP se anticipa al impacto potencial de las plagas en el proceso productivo.
El MIP interrelaciona diversos sistemas de control y es un requisito para la aplicación del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control que ya hemos visto anteriormente. También es un pilar fundamental para la aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas en lo que refiere a la producción primaria (Tambos, granjas, silos, etc.) y las Buenas Prácticas de Manufactura dentro de la industria transformadora de materias primas.
El MIP consiste básicamente en la realización de tareas de forma racional, continua, preventiva y organizada en el camino hacia la inocuidad de los alimentos pero también para mejorar la calidad, la disminución de perdidas y lograr un registro que promueva la mejora continua.
Este sistema debe ser aplicado en todos los sectores, tanto internos como externos de las plantas elaboradoras como también las zonas aledañas, transporte y depósitos.
La aplicación debe estar a cargo de personal idóneo, capacitado y fundamentalmente concientizado sobre la importancia que representa su aplicación.
El MIP deberá cumplir con su objetivo principal que es: minimizar la presencia de plagas utilizando todos los recursos disponibles.
Deberá diagramarse un “plan de tareas” el cual contiene los siguientes pasos:
1) Diagnóstico de las instalaciones e identificación de sectores de riesgo: Determinación de las plagas presentes, sectores de ingreso, lugares de anidamiento y fuentes de alimentación.
2) Monitoreo: Mantener un registro sobre el comportamiento de las plagas, si están presentes o no y su evolución. Estos registros permiten la implementación de otras acciones necesarias.
3) Mantenimiento e higiene (control no químico): Se deberán tomar medidas preventivas para minimizar la presencia de plagas, teniendo en cuenta que las plagas requieren un ambiente favorable para su desarrollo. El aire, la humedad, el alimento y el refugio. La limpieza diaria de todas las áreas, higiene de los elementos utilizados, correcto manejo de los residuos, mantener el espacio con sus puertas cerradas, utilizar telas de alambre para aberturas que dan al exterior, remplazar luces blancas del exterior (que atraen a los insectos), no interferir con los equipos dedicados al control de plagas, comunicar la presencia de insectos al responsable del control de plagas. Además de la prevención pueden aplicarse medidas de control físico como la utilización de elementos de captura de insectos (por ej.: Lámparas de luz UV o trampas de pegamento).
4) Aplicación de productos (control químico): Cuando se encuentra identificado el tipo de plaga presente es posible realizar un control químico, el mismo debe ser aplicado por personal idóneo y capacitado para tal fin y los productos químicos deben encontrarse autorizados por la entidad que corresponda. La inadecuada aplicación de algunos productos puede tener efectos negativos como ser la intoxicación a los aplicadores u operarios por eso es fundamental que su aplicación sea controlada y certificada.
5) Verificación (control de gestión): Los registros de las tareas efectuadas para el control efectivo de plagas permitirá su permanente verificación y mejora.
La implementación del MIP se iniciará con la realización de un diagnóstico, haciendo un relevamiento de todos los sectores de la planta y las actividades que allí se realizan a fin de detectar aquello que pueda estar influyendo de forma negativa en la producción por la presencia de plagas.
Para el relevamiento será necesario:
1. Recorrer todos los sectores en los distintos turnos.
2. Dialogar con los encargados de cada sector y de cada turno.
3. Chequear las rutinas y horarios de limpieza.
4. Dialogar con el responsable del servicio técnico para registrar fechas de mantenimiento preventivo de las maquinarias.
5. Dialogar con encargados de jardinería para coordinar acciones.
6. Chequear la recepción de mercaderías y que tipo de inspección realizan en ese momento.
7. Verificar instalaciones de cada sector.
8. Verificar el entorno de la Planta.
Luego de realizado el diagnóstico se desarrollará un plan MIP adecuado a las circunstancias, este plan deberá contener todas las actividades que se realizaran para lograr el manejo de insectos y roedores.
Es sumamente importante la implementación de un plan de capacitación para el personal de la planta, este sistema, como otros, requiere de la concientización de todos los que intervienen en el proceso de elaboración, pero también de aquellos actores de la cadena como proveedores, transportistas y distribuidores. El aseguramiento de éxito radicará en la educación para la prevención y una cultura de mejora continua de los procesos.
Fuente: http://www.fao.org
http://www.alimentosargentinos.gov.ar
