Julián Arbirser nos cuenta la historia detrás de los cepillos para Molinería

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Cuando hablamos de La Molinería, es imposible referirse a ella y olvidar aquellas historias que se entretejen con la propia historia molinera y que indispensablemente la constituyen. A través de las palabras de Julián Arbirser, los invitamos a conocer la historia detrás de escena de los cepillos para molinería.

– ¿Quién fue el fundador y como inicio su trabajo?
– El fundador fue Joshué Arbiser, mi abuelo paterno. La idea fue porque apenas llegado de Europa, lo primero que compró fue un cepillo de dientes y ahí mismo se dio cuenta que los cepillos son fundamentales en la vida. Fue en el año 1928

– ¿Cómo fue creciendo la empresa y quienes lo sucedieron?

– Como todos sabemos la Argentina a lo largo de los años, recorre distintas etapas económicas y adaptarse a los cambios, no es tarea fácil, aunque sí necesaria para seguir de pie. Siempre fuimos una empresa familiar, en la que trabajaron todos los que pasaban por la fábrica (que al principio era una casa muy grande).. primos, hermanos y amigos de mi papá Matías Arbiser, quienes fueron de alguna manera los que hicieron que esa idea de formar una empresa se haga realidad, hoy a esa empresa la manejo yo. Mi papá fue el sucesor inmediato cuando fallece mi abuelo y yo soy el sucesor al fallecer Matías. Muchos molineros y dueños de molinos conocieron a Matías y la gran mayoría lo recuerda con una sonrisa. Yo También.

Cepillos Arbirser

– ¿Cómo comenzaron a relacionarse con la Molinería?

– Mi abuelo, decía que si a todo, después veía como lo resolvía. Lo contactan personalmente de un Molino que quedaba en Puerto Madero, para pedirles una especie de cepillo que en vez de pelos tenía unos canutos (una especie de tubitos cilíndricos que se utilizaban en los Bancos de cilindro, le preguntan si lo puede hacer, y mi abuelo le responde… .-Señor… no me pregunte si lo puedo hacer… pregúnteme para cuando puede estar listo. Él no sabía ni que era, ni para qué era, pero lo hizo. De hecho, donamos una muestra en de ese modelo antiguo al – MUSEO HISTORICO E INTERACTIVO DEL TRIGO AL PAN – un pedazo de cepillo con canuto de esa época que hizo mi abuelo de manera intuitiva y obviamente artesanal, que había quedado en el taller y rescató Matías.

– ¿Cuáles son las mayores consultas que les hacen los molineros en las visitas técnicas de Arbiser?
– En general nos presentan desafíos, problemas de adaptación y/o modificaciones y nos preguntan si se pueden fabricar los cepillos en otras medidas y con otras características técnicas… la respuesta siempre es SI.. pero necesitamos tiempo. Una de las personas que más nos ayudó técnicamente sin ningún interés, es Pablo Medina. Lo que no sabemos nosotros, lo sabe él… siempre le estaremos agradecidos.

– Si pudieran volver el tiempo atrás; qué cosas cambiarían de la trayectoria hasta el presente.
– Que buena pregunta!!! La verdad me arrepiento de no haberme equipado con máquinas inyectadoras años atrás, por miedo a las variaciones económicas del país. Terminamos pagando muchísimo más por el mismo equipamiento… perdimos tiempo y dinero por no apostar a su debido tiempo.

– ¿Cuáles son las mayores satisfacciones que reciben?
– Las mayores satisfacciones son los reconocimientos tanto de grandes empresas como de pequeñas. Resolver problemas y que la parte económica vaya por otro canal, para mí es un logro. Muchas veces se rompen repuestos y en las grandes empresas hay mucha burocracia que no atiende ni entiende a la problemática real. Bueno, para eso estamos, nosotros las resolvemos… y como les digo a los operarios o compradores… resolvamos el problema y después hacemos los papeles…

No quiero olvidar de mencionar un gran logro que me puso muy feliz, y es que junto a la gente de OVNISA pudimos exportar cepillos a Suiza, con lo que cierra el circuito mismo de la vida, ya que la idea de mi abuelo viajo de Europa a Argentina y hoy vuelven materializados sus proyectos y más importantes anhelos de la mano de su nieto, quien suscribe.

 

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