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Periódico Los Molinos junto a la Ing. Agr. Romina Espósito de Agromolinería entrevistaron a Diego Cifarelli, con motivo del próximo ALIM 2023 que se realizará en Córdoba, Argentina

Argentina fue sede de ALIM en 2015 ¿Por qué ALIM volvió a elegir a Argentina? ¿Es parte  de  un  calendario  o  hay  algo  que  atrajo  de  nuevo  a  este  país?

Creo que ALIM atrae a Argentina y Argentina atrae ALIM por el peso específico que tiene Argentina en este cultivo en el tiempo y fundamentalmente en lo que hace a la estructura molinera. En primer lugar, Argentina tiene una industria molinera, que es la primera industria nacional. Y segundo, que es una de las más representativas de Latinoamérica. México, Argentina y Brasil son las industrias más voluminosas de todo Latinoamérica. Por eso es que, hay una gran atracción mutua de ALIM y de Argentina por generar estos espacios de agregado de valor que, en sí, es ni más ni menos que no solo encontrarnos con colegas de todas las latitudes de América, sino también encontrarnos con todas las novedades que tiene la industria en general, no solamente en la molinería sino la de insumos, la de trigo, fundamentalmente la de conocimiento que es lo que nosotros tratamos de inculcar. Argentina siempre ha sido quien intenta levantar la vara de todas las ALIM, marcando el próximo escalón. A partir de ahí los demás países sienten que hay que subir un escalón, esto nos da mucha alegría y por eso tratamos de hacer un congreso a la altura de lo que es la primera industria nacional Argentina.

Respecto de la molinería actual y según tu experiencia ¿cómo ves la molinería argentina actual en cuanto al precio de la harina y el precio del trigo?

La mirada más rápida sobre nuestra industria, es que está desaprovechada ya que tiene un potencial enorme y pasan los años, pasan los gobiernos y ninguno ha podido sacarle el jugo a este sector. Hoy tenés una industria que más allá de la performance de algún molino en particular, en general muelen 15 días de los 30 días del mes. Eso está dado porque lamentablemente no hay un plan exportador en Argentina, no hay un plan estratégico país para la industria que determine hacia donde vamos como nación. Entonces los gobiernos le ponen su impronta, pero no hay una decisión de raíz de decir bueno vamos a potenciar estas industrias que son el ADN de la matriz productiva de nuestro país y vamos hacia allá. Entonces pueden venir unitarios, federales, blancos, colorados lo que sea, pero el plan estratégico de nación no se modifica. Acá vamos de manera pendular, cada gobierno le pone su ideología y en el medio las empresas, que son conglomerados de personas que viven de eso y un montón de empresarios que apuestan a invertir en el país. Tenemos una industria que podría abastecer dos argentinas. ¿Qué hacemos con la Argentina que no abastecemos? Deberíamos poder exportarla, pero te encontrás con un montón de matices que hacen que la exportación sea prácticamente inviable. En resumidas cuentas, veo el sector totalmente desaprovechado.

Sobre la campaña 2023 ¿Cómo ves las perspectivas de la campaña actual desde el punto de vista molinero?

Yo creo que no podemos involucrar al cultivo en los males del clima. Analicemos el cultivo por sí mismo y su comercialización. En los últimos años ha tenido un precio sostenido, ha sido reconocido, ha tenido un buen saldo exportable y obviamente esta fábrica a cielo abierto que significa el campo, cuando le toca el viento de frente (que es el clima) se complejiza mucho y el más desfavorecido, el que se lleva la cuenta de la pérdida es el productor. Pero es un productor que venía pudiendo disfrutar del cultivo en los últimos años, con buenas campañas, por eso creo que le va a volver a apostar, que las últimas lluvias van a terminar de torcer la balanza en apostar de nuevo a sembrar. Hay una buena cobertura hídrica de las dos últimas dos semanas que recompuso la humedad de la tierra por eso las expectativas que presentó la bolsa de cereales en Agrotendencias de tener un poco más de 6 millones de has, creo que va a ser factible y eso nos va a dar 18 millones de toneladas de trigo y con eso la molinería tiene para hacer su trabajo y la exportación tiene para hacer el suyo por ende con los dos pujando por el cultivo deberíamos tener un precio bueno para el productor que por otro lado este año, aquellos que tuvieron la suerte de no sucumbir por el clima, han disfrutado el precio que estuvo por encima del mercado mundial. De hecho, hoy la molinería argentina está pagando más de 300 dólares cuando en el mundo está por debajo de los 300.

¿Cuáles son las expectativas de asistencia que tiene ALIM? ¿Esperan más asistentes de Argentina o de otros países latinoamericanos?

Yo creo que la asistencia tiene dos matices o dos puntales. El primero es el atractivo que presenta Argentina como ex granero mundial (probable próximo), tenemos países que son clientes de Argentina en lo que respecta a granos y clientes en lo que respecta harinas. Se convierte en un atractivo venir a Córdoba (ALIM) y el otro es el contenido de la agenda. Entonces, son dos polos de atracción: el contenido y el anfitrión que hace que tendremos una buena afluencia de visitantes extranjeros como así también de los propios por eso apostamos a tener mil asistentes.

Supongamos que tenemos diez personas para ir a ALIM pero pueden ir dos ¿de qué sector del molino recomendás que vayan? ¿El gerente de compras? ¿el molinero? ¿el comprador de trigo? ¿el director?

Es difícil ya que el contenido que hemos armado es tan amplio que obviamente primero el empresario porque no solo queremos darnos un abrazo, sino que pueda compartir experiencias con empresarios de otras latitudes, porque el intercambio es muy enriquecedor. En segundo lugar, quien está a cargo de investigación y desarrollo, quien está a cargo de la parte productiva, quien está a cargo de la parte comercial no puede faltar.

Para quienes están en investigación y desarrollo, tendrán todo lo nuevo, charlas sobre enzimas, mejoramiento de laboratorio, aparatología de laboratorio.

El que está en producción va a poder observar todo lo último en plansifter, cilindros, todo lo que hace a la maquinaria y fundamentalmente a la última cuenta que se está haciendo que es el uso del metro cuadrado de cada molino para poder sacar la mayor cantidad de producción.

Otro que no puede estar ausente es el gerente comercial porque para él tenemos charlas de liderazgo, charlas de misiones de mercado y fundamentalmente saber que su mix de venta es similar al que tiene otro colega y por ahí escuchando a la nutricionista sobre lo que significan los octógonos nutricionales, poder tener el contenido y los argumentos para debatir una idea cuando los clientes nos pueden hacer una pregunta puntual. Yo llevaría a todos….

FAIM una breve reseña…

Somos 72 socios que representan el 97% del mercado de producción de harinas. La comisión directiva que nuclea la federación que está representada por 27 empresarios. Están todos los tamaños de molino (grandes, medianos y pequeños) y también tenemos armado una herramienta muy novedosa que es un fideicomiso casi como un consorcio de empresas que entre todos exportamos lo que es el pellet de afrechillo o la harina. FAIM consigue volumen de exportación y se exporta como FAIM. Todos los meses exportamos un barco de afrechillo a distintas latitudes en general países del sudeste asiático o el N de África, donde se usa para alimento animal y harina hemos exportado cantidades muy importantes a Centroamérica.

Respecto a las compras, ¿hacen compras conjuntas?

No, en FAIM se trata de que cada empresario tenga su brillo propio y como la exportación es la única herramienta para promover el crecimiento del sector porque no podemos pedir que Argentina consuma más harina porque estamos en los límites máximos. Como tenemos mucha capacidad para aprovechar en los molinos, la opción inmediata es la exportación, entonces tratamos de promover la exportación. Hay muchas empresas que por sí mismas se les hace difícil exportar entonces logramos que ese conglomerado de empresas que se llama fideicomiso FAIM en donde todos ponen y el más grande ayuda al más chico y al mediano a exportar. Pero en la compra y comercialización cada uno decide por si mismo. Damos charlas y capacitaciones porque somos una institución que tracciona con el gobierno de turno en todas las políticas públicas derivadas del trigo y de la harina y en las paritarias del sector del trabajador.

Periódico Los Molinos y Agromolinería agradecen a Diego Cifarelli por la amena entrevista brindada.

Por admin

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