La Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires elaboró un completo informe.
En este trabajo se analiza en primera instancia la incidencia de las cotizaciones del trigo y el maíz en el precio de sus productos derivados. Para luego estimar su impacto sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Se concluye que el precio de los granos representa un porcentaje relativamente bajo del precio final de los alimentos, entre 7 y 21% en todos los productos estudiados, y por lo tanto tiene una incidencia menor en el Índice de Precios al Consumidor (0,54%). La mayor parte del precio de los alimentos estudiados está relacionada con otros insumos y costos, como salarios, energía, alquileres, fletes, impuestos, utilidades y otros costos de distribución.
Por tanto, políticas dirigidas a evitar una suba en el precio doméstico de los granos no tendrán efectos significativos sobre los precios de los bienes de consumo, pero si tendrán efectos negativos sobre la producción. De esta manera, una política destinada a combatir las causas de la inflación, incluida la de alimentos, debería basarse en otras herramientas de política monetaria, cambiaria y fiscal.
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