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La semilla del Periódico Los Molinos dió sus primeros brotes allá por los años 90, después de que Andrés Espósito dueño de Zarandas Beltres realizó varios cursos en el exterior y se dió cuenta de que Argentina, uno de los países más importantes en cereales y molinería, sufría una gran ausencia de contacto entre sus integrantes y una falta importante de material técnico, aún contando con las altísimas capacidades de sus molineros y jefes de planta, representaba una gran dificultad acceder a la información en un momento donde internet no tenía el alcance que todos hoy conocemos. 

En su ardua búsqueda encuentra a la Escuela de Molinería de Villa del Rosario (Córdoba) y nota que muchos de sus alumnos habían llegado a ser jefes de planta, reafirmando la importancia del conocimiento en un área tan específica, pero debido a que estaba en una ciudad pequeña y que por aquel entonces no tenía comunicación, decidió profundizar en dos puntos importantísimos como respuesta a las constantes consultas y preguntas que le hacían los molineros al Sr. Andrés en sus giras y montajes; esos dos puntos fueron las capacitaciones y la difusión de la información técnica de molinería.

Comienza entonces a organizar seminarios de molinería para capacitar la gran cantidad de molineros que en más de sus 120 montajes en todo el país se lo habían solicitado, siempre con un mate de por medio, porque así es como fueron construyéndose sus vínculos con la comunidad molineria; en cada trabajo, en el día a día y hombro con hombro trabajando con cada molinero y aunque su trabajo solo se abocaba a las zarandas y el interior de los plansifter, su interés por la molinería lo llevo adquirir mayor conocimiento realizando cursos y seminarios fuera del país y que intuía que acá se podían hacer; que había recursos nacionales pero que sólo faltaba encausarlos en un tiempo y espacio sin tener que viajar al exterior y/o estar 4 años en una carrera completa, muchos no contaban con esa posibilidad.

Por ello y para compartir esta experiencia en el año 2000 organiza algo sin precedentes, un seminario molinero en Argentina, donde esperaba poca asistencia, pero que por el contrario colmó las expectativas con más de 100 molineros de Argentina, Chile y Uruguay. De ciudades lejanas, viajaron por horas, en muchos casos por sus propios medios para poder ir. Eso demostró el gran interés y la gran necesidad de esta difusión de información, ese evento no era uno más, era el que daría el empuje y el afán de seguir con los seminarios y resurgiendo así, el espíritu molinero. Pero en el año 2001, recordado históricamente en Argentina, se desató la crisis que hizo que se demorara en repetir frecuentemente las actividades que llevaban meses de preparación y dedicación.

Varios años después, en 2008, fue su hija Romina Espósito quien lo instó a retomar la iniciativa. Por aquel entonces era apenas estudiante de Agronomía y en el trabajo conjunto vislumbraron la importancia de unificar los conocimientos molineros con todo el aporte que podía realizar el ámbito agronómico, aunaron criterios y realizaron eventos que contaron con el aval de la cátedra de Cereales de la Facultad de Agronomía de La Plata, donde docentes especialistas pudieron desarrollar temas sugeridos por los mismos molineros, participaron entonces varios docentes, entre ellos Maria Rosa Simón, Maria Eté Sempé, Alfonso Vidal, Silvina Golik, Ana Carolina Castro, Constanza Fleitas, Mirta Castaño, Cecilia Puppo, Miguel Cardos, Carlos Berrueta, Santiago Schalamug, Susana Padín, Maria Rosa Adriel entre otros. Además por parte de la molinería Argentina estuvieron los señores Hugo Sierra, Hugo Vaudagna, Favio Stivala y del extranjero asesores como Andrea Saturno y Marco Antonio Fava.

Se integraron contenidos agronómicos, de postcosecha y de molinería (abarcando así el abanico completo de temas de la producción de trigo desde la siembra hasta la panificación). La finalidad era comprender que el trigo que llega al molino tiene una historia previa, que es una parte fundamental del proceso y que es necesaria conocer para comprender la calidad del trigo y analizar así las causas de las pérdidas de calidad de los granos que se reciben.

Estos seminarios de frecuencia anual, llevaron a profundizar el segundo punto: “la difusión de temas técnicos de molinería e historias de molineros”, así nació el Periódico Los Molinos.

En formato papel? o digital? Esa fue la primera pregunta, pero no tardó mucho en responderse ya que internet florecía cada vez más y brindaba acceso a  lugares donde el correo común no llegaba. Así fue que en el año 2010 nace este lugar de encuentro de la Molinería Argentina. Andrés Espósito y su familia celebran la inauguración en la fiesta de la Harina en Matilde, Santa Fe.

El objetivo era claro, acompañar a los molineros, cilindreros, ayudantes y miembros involucrados en el proceso de molienda. Mediante el intercambio de información, foros entre molineros, clasificados y noticias del sector. Grande fue su repercusión desde su comienzo.

Requiere un gran esfuerzo, responsabilidad  y tiempo mantener este medio actualizado: pero «es un placer hacerlo» comenta quien se encuentra a cargo hoy de la búsqueda de información e investigación Ing. Arg. Romina Espósito, hija del renombrado Andrés. Por un lapso ha dejado de brindar su tiempo al periódico para finalizar su tesis (en trigo), pero hoy retoma este proyecto y el de las capacitaciones con más fuerza y energía; junto a Carlos Berrueta y la Dra. Ana Carolina Castro realiza capacitaciones para molinos harineros.

Hoy se vuelve a abrir el portal de la Comunidad Molinera, brindando un espacio renovado para que el espíritu molinero se mantenga vigente compartiendo desde información técnica y científica pero también recuerdos, charlas y lindos momentos.

Bienvenidos a este nuevo comienzo.

Periódico Los Molinos, el Sitio de la Comunidad Molinera.

Por admin

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