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y su variación frente a las enfermedades foliares.

El conocimiento de la calidad del grano de trigo pan resulta fundamental para definir el destino industrial que tendrá su harina. La creciente exigencia de la industria de la panificación y las amplias preferencias de los consumidores demandan diferentes calidades para la obtención de productos tales como panes, galletitas, tartas, cereales para el desayuno, crackers, pastas etc. (Kerfal et al., 2010). 

Como resultado de ésto, los programas de mejoramiento genético han incluido “la calidad del grano de trigo” como un objetivo primordial en las investigaciones (Bushuk, 1988; Donaire et al, 2010; Lombardo et al., 2011; Cuniberti et al., 2011; Cuniberti, 2014). La selección asistida por marcadores moleculares es en la actualidad la vía más económica para capitalizar el creciente caudal de información genómica del trigo y especies emparentadas e incorporar rápidamente caracteres valiosos en un germoplasma cualquiera. Por lo tanto, la búsqueda de genotipos con buena calidad panadera es esencial. 

El porcentaje de proteína y el contenido de gluten de un genotipo son determinaciones cruciales que están fuertemente influenciadas por las condiciones ambientales (suelo, clima, adversidades bióticas), las características genéticas del mismo y el manejo agronómico. 

El clima es decisivo durante el ciclo del cultivo, pero especialmente en el período crítico (20 días antes de floración y 5 a 10 días después) y el llenado de grano cumple un rol muy importante en la expresión de la calidad de trigo. Las temperaturas superiores a los 25-30 °C y baja humedad relativa durante el llenado de grano producen acortamiento del período que se traduce en granos con menor rendimiento molinero y modificación en la composición de las proteínas, con la consiguiente reducción en la calidad. Por otro lado, cuando el grano de trigo recibe agua de lluvia previo a la cosecha, la absorbe, se hincha, y al secarse nuevamente no recobra su tamaño original. Esto provoca fracturas internas que disminuyen la densidad del grano, peso hectolítrico, afectando así el rendimiento molinero (Brach, 2011). Asimismo, las precipitaciones, pueden producir lavado y brotado aumentando la cantidad de enzima alfa amilasa, lo que licua el almidón y resulta en trigos que darán masas pegajosas.

Con relación al manejo agronómico, las consideraciones más importantes a tener en cuenta para mejorar el rendimiento y la calidad serán la preparación del lote previo a la siembra, los antecesores utilizados, la elección de la fecha de siembra, la fertilización nitrogenada, y el manejo integrado de adversidades. El momento de aplicación del fertilizante es muy importante en la definición de la calidad. El nitrógeno (N) aplicado en la siembra, generalmente no es suficiente para incrementar rendimiento y proteínas a la vez. Esto se observa particularmente en los años de altos rendimientos, si la oferta del N fue escasa. En situaciones como éstas, los porcentajes de proteína en grano suelen ser bajos, debido a la relación inversa que existe entre rendimiento y proteína, comúnmente llamado “efecto de dilución” (Brach, 2011).

Por otra parte, la presencia de enfermedades va a depender en gran medida de las condiciones meteorológicas predominantes durante el ciclo del cultivo. Si bien existe una amplia variedad de patógenos, las enfermedades de origen fúngico son las más importantes y dentro de éstas, las foliares son las que prevalecen. El efecto que pueden generar en la calidad va a depender considerablemente del hábito nutricional que el patógeno posea, aquí podemos encontrar los biótrofos como Puccinia triticina Eriks, agente causal de la roya de la hoja, organismos que necesitan del hospedante vivo para poder alimentarse, provocando generalmente mayor daño sobre la acumulación y partición del N en el grano que el que provocan sobre la acumulación y partición de la materia seca (Dimmock y Gooding, 2002; Schierenbeck et al., 2019). De este modo, generalmente ocasionan una disminución en el contenido de proteína en el grano. Por otro lado, los necrótrofos como Pyrenophora tritici-repentis (Died) Shoem, agente causal de la mancha amarilla, son microorganismos que provocan la muerte del hospedante para poder alimentarse, éstos provocan una disminución del área foliar fotosintéticamente activa, reducen la fotosíntesis y la acumulación de carbohidratos principalmente y afectando más el rendimiento que la acumulación de N, provocando generalmente un incremento en el porcentaje de proteína (Dimmock y Gooding, 2002; Schierenbeck et al., 2019). Finalmente, se encuentran los patógenos hemibiótrofos como Zymoseptoria tritici, agente causal de la mancha de la hoja, que tienen un efecto variable sobre la calidad. Hay pruebas que sugieren que regularmente disminuyen el rendimiento de proteína en grano por unidad de superficie, reduciendo tanto la captación como partición de N al grano (Mc cabe et al., 2001). Sin embargo, otros investigadores han encontrado una disminución del rendimiento e incrementos en el contenido de proteína debido a un proceso de concentración (Dimmock y Gooding 2002; Castro y Simón, 2017). 

Por último, un buen cuidado postcosecha también será necesario para mantener la calidad. Con relación a esto, lo más importante es el almacenaje con una humedad inferior al 14% en silos (previa desinfección y limpieza del grano) y el secado artificial que se debe realizar con flujos de aire caliente, sin que la temperatura exceda los 60 °C, de lo contrario dañará a las proteínas formadores de gluten. 

Objetivo

El objetivo del estudio fue evaluar la influencia de las enfermedades foliares fúngicas en el porcentaje de proteína (%) y contenido de gluten (%) en una colección de genotipos de trigo primaverales de origen internacional. 

Compartimos el artículo completo:

Este trabajo fue realizado por:

Castro, Ana Carolina a-b; Cardelli, Martín a-b; Schierenbeck, Matías a-b; Uranga, Juan Pablo a-b;del Río, Joaquín a; Berrueta, Waldo Andrés a; Simón, María Rosa a-c

a Cerealicultura, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, Universidad Nacional de La Plata, Av. 60 y 119 La Plata, Buenos Aires, Argentina.
b Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) CCT La Plata, Calle
8 N° 1467 La Plata, Buenos Aires, Argentina.
c Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), Calle 526 e/ 10 y 11 La Plata, Buenos Aires,
Argentina.

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